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¿Por qué Julio César decidió cruzar el Rubicón?

Permíteme sumergirme en la historia de uno de los personajes más intrépidos y audaces que haya caminado sobre la tierra: Julio César. ¡No te preocupes, te contaré todo lo que necesitas saber sobre este icónico líder romano, su entorno político, monetario y económico, y por qué decidió cruzar el Rubicón!

Julio César, una figura legendaria en la historia antigua, fue un general, estadista y conquistador romano que dejó una huella indeleble en el mundo. Nacido en el año 100 a.C. Julio Cesar era conocido por su ingenio, valentía y una ambición que no tenía rival. Este hombre carismático ascendió rápidamente en la política romana, escalando los peldaños del poder con una tenacidad implacable.
Desde temprana edad, Julio César se alineó políticamente con el partido Populares, que se oponía a la nobleza senatorial, lo cual lo colocó en conflicto con el dictador Sila. Esto quedó evidenciado cuando contrajo matrimonio con Cornelia. Con la ayuda de amigos influyentes, Julio César logró escapar del reinado de terror de Sila (83-82 a.C.) refugiándose en Rodas. Durante su exilio, aprovechó el tiempo para estudiar oratoria y ganar experiencia militar en el Mediterráneo oriental.

Después de la muerte de Sila en el año 78 a.C., Julio César regresó a Roma. Antes de su incursión en la política, se dedicó al estudio del derecho y se convirtió en un abogado experto y elocuente. A través de su habilidad para persuadir y argumentar, logró ganar renombre en los tribunales y construyó una reputación como un brillante defensor. Como abogado, Julio César se destacó por su elocuencia y su capacidad para presentar argumentos persuasivos. Utilizaba su habilidad retórica para convencer a los jueces y a las personas presentes en los casos legales en los que participaba. Su destreza en los tribunales le permitió ganar numerosos casos y obtener reconocimiento tanto por su conocimiento legal como por su habilidad para expresarse de manera convincente.

El éxito de Julio César como abogado le brindó una sólida base para su posterior carrera política. Su capacidad para persuadir y ganarse a las personas con sus habilidades oratorias fue un factor clave en su ascenso al poder en la República Romana. Además, su experiencia en el campo legal le otorgó una comprensión profunda de las leyes y los procedimientos legales, lo que resultó en lecciones invaluables en su futura vida política.
La transición de Julio César hacia la política fue un proceso gradual, marcado por su ambición y habilidades estratégicas.
En el momento en que Julio César emergió en la escena política de Roma, la República Romana estaba plagada de conflictos internos y divisiones sociales. El sistema político romano había caído en la decadencia, y el Senado se encontraba en medio de un juego de poder entre los populares y los optimates. La corrupción, el nepotismo y la lucha de facciones dominaban la ciudad eterna. En este contexto turbulento, nuestro protagonista astuto decidió que era hora de tomar las riendas de la situación.
Su ascenso al poder
Comenzó a reconstruir relaciones con el objetivo de establecer una base de poder para el futuro. Cuando Pompeyo y Craso asumieron el consulado en el año 70 a.C., muchas de las leyes de Sila fueron anuladas. En el año 69 a.C., Julio César logró ser asignado como Cuestor en España, y luego, en el año 65 a.C., fue nombrado edil, un funcionario responsable de los edificios y otras tareas. Además, en el año 63 a.C., recibió el prestigioso título de Máximo Pontífice, que lo designaba Sumo Sacerdote de los Dioses.

Se sospechaba que Julio César tenía conocimiento secreto de una conspiración liderada por Lucio Sergio Catilina, la cual involucraba un plan para incendiar Roma y asesinar a varios magistrados importantes. Craso también estaba bajo sospecha de estar involucrado. Catilina fue asesinado, después de que muchos de sus seguidores fueran arrestados y ejecutados. De alguna manera, Julio César (y Craso) lograron distanciarse de la conspiración. A pesar de las sospechas sobre su posible conocimiento previo de la llamada “Conspiración Catilinaria”, Julio César logró ser elegido Pretor en el año 62 a.C., un cargo justo por debajo del Cónsul, y desempeñó su función con distinción.

No obstante, su logro político más destacado fue la formación del “Primer Triunvirato” junto a Pompeyo y Craso, lo que le permitió asociarse con los dos políticos y militares más poderosos de la época. Como parte del acuerdo, Julio César asumió el cargo de Cónsul en el año 59 a.C. y fue designado gobernador de Iliria, la Galia Cisalpina y la Galia Transalpina durante un período inicial de cinco años, que luego se extendió a diez años. Con el fin de fortalecer los lazos políticos con Pompeyo, Julio César dio en matrimonio a su hija Julia a Pompeyo también en el año 59 a.C.
Julia desempeñó un papel fundamental en la relación entre Julio César y Pompeyo, ya que su matrimonio fortaleció los vínculos entre ambas figuras prominentes. Sin embargo, la muerte de Julia durante el parto en el año 54 a.C. causó una ruptura en la alianza entre Julio César y Pompeyo.

Mientras tanto, Julio César llevó a cabo campañas militares en las regiones de las Galias, donde demostró su habilidad estratégica y liderazgo. Durante casi diez años, combatió contra tribus galas y germanas, expandiendo el dominio romano en esas tierras. Sus victorias en batallas como Alesia y Gergovia le brindaron gran reconocimiento, riqueza y la lealtad de su ejército, además de obtener apoyo político.

Los éxitos militares de César en las Galias le otorgaron una base sólida de poder y una considerable riqueza. Sin embargo, su prolongada ausencia de Roma y el crecimiento de su influencia generaron inquietud entre algunos senadores y políticos más conservadores, quienes veían a César como una amenaza para la República.
Sin embargo, para entender completamente su audacia, debemos examinar la situación monetaria y económica de Roma en ese entonces. La República Romana se enfrentaba a dificultades financieras significativas, con una deuda creciente y una moneda debilitada. La inflación galopante y la devaluación del denario amenazaban con socavar la economía romana. ¡Imagina el caos!

En el año 49 a.C., el Senado romano le ordenó a César que disolviera su ejército y regresara a Roma, renunciando a su mando militar.
En este momento crucial, César vislumbró una oportunidad para tomar el control y restablecer la grandeza de Roma. Fue entonces cuando decidió cruzar el famoso río Rubicón. Cruce que, según la ley romana, era ilegal para cualquier general al mando de un ejército. Al cruzar el Rubicón, César sabía que estaba desafiando directamente la autoridad del Senado y provocando una guerra civil.

A lo largo de la guerra civil, Julio César demostró ser un líder militar formidable. Derrotó a Pompeyo en varias batallas decisivas, incluyendo la batalla de Farsalia en el año 48 a.C. Finalmente, Pompeyo fue asesinado en Egipto mientras buscaba refugio. Tras su victoria, César se convirtió en el líder indiscutible de Roma y asumió el título de Dictador Perpetuo, otorgándole un poder casi absoluto.

Durante su breve gobierno, César implementó una serie de reformas significativas. Introdujo medidas para aliviar la deuda y la pobreza, reformó el calendario romano creando el calendario juliano, promovió la construcción de infraestructuras públicas y otorgó la ciudadanía romana a provincias previamente excluidas. También planeó reformar el Senado y mejorar la administración del gobierno.

Sin embargo, su creciente poder y sus acciones autocráticas provocaron resentimiento y temor entre algunos senadores y aristócratas. El 15 de marzo del año 44 a.C., César fue asesinado en el Senado por un grupo de conspiradores liderados por Bruto y Casio. Su muerte marcó el fin de la República Romana y el comienzo del período conocido como el Principado, con Octavio (más tarde conocido como Augusto) asumiendo el poder y estableciendo el Imperio Romano.
Nos vemos en la próxima publicación, donde seguiremos descubriendo a los personajes más fascinantes de la historia.